martes, 29 de marzo de 2011

Canciones para mi funeral, cuarta parte: Summertime (Ella Fitzgerald)

Hoy llueve.
Y eso me hace pensar en el verano. Necesito el calor, necesito el sol.
Necesito que vuelva el buen tiempo.
Hay canciones que consiguen que salga el sol incluso en el día más frío. Son esas las canciones que quiero que suenen en mi funeral. Canciones luminosas.
Como esta.
Que consigue traerme el verano.

Ella...

"Summertime and the livin’ is easy
Fish are jumpin’ and the cotton is high
Oh your daddy’s rich and your ma is good lookin’
So hush little baby, don’t you cry
One of these mornings
You’re goin’ to rise up singing
Then you’ll spread your wings
And you’ll take the sky
But till that morning
There’s a nothin’ can harm you
With daddy and mammy standin’ by"


Naturalmente, cuando llegue el día, será Ella Fitzgerald quien la cante. En vivo y en directo, como es debido. No quiero música enlatada. Que vuelva Ella durante un ratito, y luego nos iremos las dos juntas hacia el Otro Lado. Y Luke Kelly, y Nina Simone, y Cástor Pérez... Todos juntos a cantar canciones luminosas al Campo del Violín.

lunes, 28 de marzo de 2011

Canciones para mi funeral, tercera parte: Always look on the bright side of life (Monty Python)


Esta es la que os tenéis que aprender todos, así que ya podéis empezar.
Al final, cuando ya no quede nada de mí, cuando me haya ido definitivamente, juntaros todos los que alguna vez me habéis querido, aunque solo fuese un poquito, y reíd un rato a mi salud.
Y no os olvidéis de mirar al lado brillante de la vida.


domingo, 27 de marzo de 2011

Canciones para mi funeral: Cuando yo me muera... (una explicación)

 Creo que el post anterior merece una explicación. Una explicación que ya está escrita.
Hace tiempo, en otra parte...
Y es que a veces, a una le da por pensar, y piensa cosas como esta, y las escribe, pero las sigue pensando, y poniendoles música.
Mi banda sonora.
Esto es lo que escribí.
Esta es mi explicación.
Y al final, otra canción para mi funeral.

Cuando yo me muera...
Que nadie se asuste. No me estoy muriendo. No más de lo que nos estamos muriendo todos. Ni tengo ningunas ganas de morirme. La vida es demasiado buena, aunque a veces no lo sea. Me gusta demasiado el aroma del mar, me gusta demasiado la música, y reír, me gustan demasiado las caricias y los besos, y comer, y beber, y amar. Me gusta demasiado la vida...
Fue Anna quien me hizo pensar en esas cosas, una noche, hablando de funerales, de irlandeses y de cómo nos las apañamos para superar la pena.
Y pensé...
Que cuando yo me muera, quiero que haya lágrimas, porque no hay nada más triste que un funeral sin lágrimas.
Pero también quiero que haya risas, porque la vida sin risas no vale la pena.
Cuando yo me muera quiero que se celebre mi vida, no que se lamente mi muerte. Que se celebre lo que fui, y lo que hice, y lo que viví. Que los que se quedan atrás recuerden. Quiero que haya recuerdos, cuando yo me muera. Buenos recuerdos.
Quiero palabras, y bromas, chistes y cuentos, muchos cuentos. Todos sabéis cuanto me gustan los cuentos...
Cuando yo me muera, quiero un velatorio irlandés, que esos sí que saben hacer bien las cosas. Empezará al ponerse el sol, y se alargará toda la noche, y será una noche clara de verano, en un pub donde se pueda oír el rumor del mar, o en una taberna marinera. Habrá ron, y whiskey, Guinnes y Bulmers, habrán mojitos y cremats, y quiero que alguien haga una buena queimada, en la arena, y que no se olvide del conjuro.
Tiene que haber conjuros y magia, esa noche. Y si es posible, que todo el mundo acabe borracho, de alcohol, y de risas, de mar y de lágrimas.
Y sobre todo, borracho de música.
Tiene que haber música, cuando yo me muera.
Me pido una Big Band que toque "When the Saints go Marching In", como en los funerales de Nueva Orleans (que también saben lo que se hacen).
Me pido a los Dubliners, los originales, los primeros, con Luke Kelly el pelirrojo para las tristes baladas celtas. Ya se que Luke Kelly hace tiempo que se partió a buscar el Campo del Violín, pero no importa. Que vuelva durante un tiempo para mi funeral, que se de un paseo por este lado de las cosas, y que cante "I Know my Love" y "Peggy Gordon" y "A Song for Ireland" como solo él sabía hacerlo. Y ya puestos, quiero que canten "The Irish Rover" con The Pogues, y "The Wild Rover" cuando ya estén ciegos de whiskey y cerveza negra. Y "Molly Malone", y "Danny Boy", y "In Heaven There is no Beer"...
Puestos a volver por un rato, estaría bien que apareciesen también Nina Simone y Ella Fitzgerald, cantando "Summertime" con la Big Band de Nueva Orleans.
Cuando yo me muera también tiene que haber habaneras. Me gustan las habaneras, porque huelen y saben a mar, porque tienen ritmo de olas y perfume de ron. Quiero unos guapos marineros vestidos de blanco que canten "El Meu Avi" y las "Habaneras de Cadiz", quiero que todos los que vengan a decirme adiós canten "Allá en la Habana" y "La Barca Xica" y "La Gavina", hasta que vuelva el día.
Y cuando al fin se decida a levantarse, el sol tiene que encontrar a todo el mundo durmiendo la mona debajo de las mesas, todos saciados de bebida, de comida, de palabras, de música, de risas, de lágrimas, de amor, porque esa noche será una noche para hacer el amor, que es la mejor manera de celebrar la vida.
Luego coged mis cenizas y partid mar adentro en un barco de vela. Después de tanta música y bebida, seguramente habrá silencio. No está mal, un poco de silencio. Dejad que ahora canten las olas y las gaviotas. Ellas saben las mejores habaneras.
Llegaréis al punto exacto a mediodía, y lo sabréis porque yo os lo diré, un lugar perfecto en el que el mar se habrá vuelto de plata, donde el aire será más dulce, y más cálido, donde navegarán viejos barcos piratas. Ahí es donde deberéis dejarme ir, pero no lo hagáis sin unas palabras de despedida. Me gustan las palabras. No quiero palabras tristes, aunque haya lágrimas. Quiero alegría, en mi último momento en  la tierra.
Y cuando ya me haya ido del todo, a buscar islas y estrellas marinas, antes de volver a casa, quiero que todos los que alguna vez me quisieron, mi familia, mis amigos, Luke Kelly, Nina Simone, los Dubliners, Ted Neeley, Ella Fitzgerald, la Big Band, los grupos de habaneras y Eric Iddle canten aquello tan divertido de "Always look on the bright side of life..."
Quiero que ese sea un día para celebrar la vida.
Cuando yo me muera quiero que se me eche de menos. Que se me recuerde, para que sea como si no me hubiera ido.
Que nadie pueda olvidar nunca el día en que me dijeron adiós...


"When I look into your eyes, I don't know what to say
it's been so very long we've been waiting for this day
when you give me that smile, I don't know what to give you back
so I say oh, look at that, look at the beauty of that

...
When I look into your eyes, i see your universe
and how much better your life could be, and how much worse
i see all that you've done to try and keep you hope intact
and i say, oh, look at that, look at the beauty of that

oh, look at that, look at the beauty of that

oh, i guess i was blind until I realized the sun only shines
when it shines in your eyes...

I say, oh, look at that, look at the beauty of that
oh, look at that, look at the beauty of that"

Canciones para mi funeral, primera parte: Veinte Años (Sílvia Pérez Cruz y Castor Pérez)


No tengo ningunas ganas de irme. Pero cuando me vaya, al fin, en busca de otros mares, tiene que haber música. Mucha música.
Así que aquí empieza mi lista...
Ya podeis empezar a apuntar. Pienso comprobar si me hacéis caso...

"Que te importa que te ame
si tú no me quieres ya,
el amor que ya ha pasado
no se debe recordar.

Fui la ilusión de tu vida
un día lejano ya,
hoy represento el pasado,
no me puedo conformar.

Si las cosas que uno quiere
se pudieran alcanzar
tú me quisieras los mismo
que veinte años atrás.

Con que tristeza miramos
a un amor que se nos va,
es un pedazo del alma
que se arranca sin piedad."

domingo, 13 de marzo de 2011

El Sol

(Imagen de Paulina Cassidy)

De Madrid me traje el Sol.
Aunque lloviera.
Carmen sabe de que estoy hablando. El Sol se vino conmigo desde Madrid. Desde un pueblecito de la Sierra, para ser exactos. Colgado de un cordón marrón. Diciendome cosas al oido. Cosas sin palabras. Cosas que suenan a agua, que huelen a tierra mojada, a incienso, a canela. Cosas que se balancean con ritmo de mar.
Cosas que no supe interpretar del todo, pero no importa, porque no se trataba de interpretar, ni de entender, si no de sentir.
El Sol es el decimonoveno arcano del Tarot.
Representa la energía, la vitalidad, la alegría de vivir.
Un gran sol calienta con sus rayos a dos niños desnudos, los abraza, los llena de esperanza.
El Sol es esperanza.
Resulta que es una carta muy positiva, que en ocasiones puede ser interpretada simplemente como "si". Si a tu pregunta. Si a la felicidad. Si a la vida.
Está relacionada con los signos de geminis y de piscis, que da la casualidad que es el mío, si es que eso de la casualidad existe. Por lo tanto, está también relacionado con la dualidad, con la unión y el equilibrio de los opuestos, como lo terrenal y lo espiritual, lo particular y lo universal.
Así que mi paseo por el Teatro de los Sentidos me ha acabado por traer alegría, optimismo, calidez, protección, suerte, felicidad, exito, amor,...
¿Que más puedo pedir?
Madrid me ha dado mucho más de lo que esperaba...